¿Cuál es el mejor regalo que usted ha recibido? Un regalo no tiene que ser caro para ser valioso. Al fin y al cabo, su verdadera importancia no siempre depende de cuanto haya costado. Más bien es valioso para usted si lo hace feliz o si llena una verdadera necesidad en su vida.
De los muchos regalos que puedan hacerle hay uno que supera a todos. Es un regalo de Dios para la humanidad. Es cierto que Dios nos ha dado muchas cosas, pero la más importante es el rescate: el sacrificio de su Hijo Jesucristo.
¿Qué es el rescate?
El rescate es el medio que Dios emplea para liberar o salvar del pecado y la muerte a la humanidad. La clave para entender esta enseñanza bíblica está en lo que sucedió en el jardín del Edén. Sólo si comprendemos qué fue lo que Adán perdió al pecar, nos haremos una idea del gran valor que tiene para nosotros el rescate.
Cuando Dios creó a Adán, le dio un algo valiosísimo: la vida humana perfecta. Piense en lo que eso significaba para él. Con un cuerpo y una mente perfectos,
nunca se enfermaría, envejecería ni moriría. Además disfrutaba de una relación especial con Dios.
Adán fue hecho "a la imagen de Dios"(Gen. 1:27). Eso no quiere decir que tuviera la misma apariencia que Dios, porque Dios es Espíritu(Jn.4:24). De modo que él no
tiene un cuerpo de carne y hueso. Adán estaba hecho a la imagen de Dios en el sentido que había sido creado con cualidades como las de Dios: amor, sabiduría,
justicia, poder, dominio propio, ….Además era como su Creador en otro importante aspecto: tenía libre albedrío, es decir, podía tomar sus propias decisiones. Así que no era ninguna máquina, que solo puede hacer aquello para lo que ha sido fabricado o programado. Al contrario, podía decidir por sí mismo y escoger entre el bien y el mal. Si hubiera elegido obedecer a Dios, habría vivido para siempre en el paraíso terrestre.
Está claro que Adán pagó bien caro su desobediencia a Dios, pues fue condenado a la muerte. Aquel pecado le costó la vida humana perfecta con todos sus beneficios(Gen. 3:17-19). Por desgracia, Adán no solo la perdió para él, sino que también para sus futuros descendientes. La Biblia dice:"Por medio de un solo hombre (es decir, Adán) el pecado entró en el mundo, y la muerte mediante el pecado, y así la muerte se extendió a todos los hombres porque todos habían pecado" (Rom. 5:12). En efecto, todos nosotros hemos heredado de Adán el pecado. Por eso la Biblia explica que Adán nos ha "vendido" junto con él al pecado, haciédonos esclavos del pecado y la muerte (Rom. 7:14). Para Adán y Eva no existía ninguna esperanza, pues ellos habían desobedecido a Dios por voluntad propia. Sin embargo, ¿qué sucedería con su descendencia, entre ellos nosotros?
Dios decidió salvar a la humanidad mediante el rescate.
En qué consiste un rescate? Básicamente en dos cosas. En primer lugar, es el precio que se paga para recuperar una cosa o liberar a una persona, como un rehén, por ejemplo. En segundo lugar, en la Biblia, un rescate es el precio que cubre o paga el costo de algo, como los daños sufridos por una persona. Por ejm.
si alguien provocaba un accidente, tenía que pagar la cantidad justa que correspondía al valor de los daños producidos.
¿Cómo Dios proporcionó el rescate?
Lo que Adán perdió fue una vida humana perfecta. Por eso, para recuperarla no
bastaba con ofrecer la vida de ningún ser humano imperfecto. Se necesitaba un rescate que tuviera un valor equivalente a lo que se había perdido. Así lo señala el principio de justicia perfecta que se expone en la Palabra de Dios. De acuerdo a este principio, había que entregar "alma"… por "alma"(Deut.19:21). Por lo tanto,
¿Qué podría cubrir o pagar el valor del alma o vida humana perfecta que Adán perdió? El "rescate correspondiente" que se necesitaba era otra vida humana perfecta (1 Tim.2:5-6). Esa vida Dios la ofreció a través de Jesucristo, Nuestro Señor y Salvador. Jesús tomó el lugar de Adán para salvarnos. Obedeció a la perfección, y entregó su vida perfecto. Así pagó el precio necesario para cubrir el pecado de Adán y sus descendientes.
¿Qué beneficios obtiene usted de este rescate?
El perdón de los pecados. Como hemos heredado la imperfección, para nosotros es una verdadera lucha hacer el bien. Todos pecamos, sea con nuestras palabras o con nuestras obras. Pues bien, gracias al sacrificio de Jesús podemos obtener el perdón de nuestros pecados. Para ello debemos arrepentirnos de corazón y pedirle a Dios que nos perdone, tomando como base nuestra fe en el sacrificio de su Hijo (1 Juan 1:8,9).
Una conciencia limpia. La conciencia culpable nos deja sin esperanza y con el sentimiento de que no valemos nada. Pero gracias al rescate, Dios nos perdona y permite que podamos ir a su presencia para adorarlo y nos bendice con paz y tranquilidad mental. Nos sentimos bien con nosotros mismos y con los demás.
Vida eterna. En Romanos 6:23, la Biblia nos dice:"El pago que da el pecado es la muerte, pero el don de Dios es vida eterna en unión con Cristo Jesús, nuestro Señor". Muerte espiritual es estar separado de Dios por la eternidad. La vida eterna es vivir con Dios para siempre y comienza en el momento que crees en Jesús como tu Salvador y Señor. Le entregas tu pecado, él te da su vida eterna.