Volví a leer el libro de Job buscando el porqué Dios le dijo a Job que sus amigos estaban equivocados. Las palabras de los sabios parecen tan convincente, que si le damos una lectura rápida, también las creemos y las propagamos.
Desde la introducción del libro se nos dice el origen de los sufrimientos que Job va a comenzar a padecer. No lo vemos imediatamente porque nos interesamos en las tragedias que una tras otra vienen sobre la vida de este hombre que no entiende por qué le suceden, tan repentinamente, ese conjunto de situaciones tan dolorosas. Perdió todos sus bienes, sus hijos, sus trabajadores,…
Job, en medio de su dolor, se postra en adoración ante su Dios: «Dios me dio todas esas cosas y Dios me las quitó»
A Job también se le quita la salud. De repente se ve cubierto de la cabeza a los pies con una llaga que lo desespera por la picazón que le causa.
Sucede con Job lo mismo que ha todos los que pasan por tragedias: es dejado sólo. Pero hay unos amigos que se atreven a acercarse y cuando lo ven, de quedan callados por siete días y siete noches (creo que fue el mejor momento de esa visita).
Después comienzan a tratar de dar explicaciones a Job del porqué de su sufrimientos. Como ellos no estuvieron presentes en esa reunión celestial donde se lanza un reto, no pueden acertar en sus evaluaciones de la conducta de Job.
Es fácil proclamar la propia bondad o que otros hombres te alaben, pero que sea Dios quien le diga a otros que está contento de ver tu buena conducta, es otra cosa!
Así sucede en este caso. Dios prueba la vida de Job dejando que un ser tan malvado tome el control de algunas cosas que Dios le había dado a Job.
Lo que yo admiro de Job es que él estaba conciente de la soberanía de Dios. Los amigos de Job comenzaron a culparlo de que en realidad él era muy malo para que le ocurrieran cosas tan malas.
Aunque Job se queja porque es mucho su dolor, Dios lo entiende; pero sus amigos sacan conclusiones por lo que están viendo.
En los momentos de dolor no te preguntes quién pecó para que esto pasara. Sino extiende tu mano y ayuda, si puedes. De lo contrario, siéntate al lado de la persona, si la amas, y escúchala sin juzgar y deja que exprese su dolor. Mientras tanto eleva tu oración a Dios para que le de la victoria y pueda salir airoso de esa prueba.
Era sólo una prueba más en la vida de Job que lo ayudaría a conocer mejor el amor de Dios para su vida.
La prueba se hace más difícil porque el enemigo de nuestra alma busca que dudemos del amor de Dios.
Algunas expresiones de Job:
«Tampoco ustedes han sido de ayuda, han visto mi calamidad y les da miedo»
«Las palabras sinceras pueden causar dolor, pero, de qué sirven sus críticas?»
«Creen que sus palabras son convincentes cuando ignoran mis gritos de desesperación?»
«No puedo evitar hablar; debo expresar mi angustia. Mi alma llena de amargura debe quejarse»
«Por qué me rechazas, siendo yo obra de tus manos, mientras miras con favor los planes de los malvados?»
«Tú me formaste con tus manos; tú me hiciste, sin embargo, ahora me destruyes por completo»
«Mis amigos se ríen de mí porque clamo a Dios y espero una respuesta»
«La gente que está tranquila se burla de los que están en dificultades»
«Mi desgracia a venido de parte del Señor, ya que la vida de todo ser viviente está en sus manos, así como el aliento de todo ser humano»
«Tengo tanto conocimiento como ustedes, no son mejores que yo»
«¡Si tan sólo se quedaran callados! Es lo más sabio que pueden hacer»
«Mis amigos me desprecian, y derramo mis lágrimas ante Dios»
«Aunque yo hubiera pecado, eso es asunto mío y no de ustedes. Creen que son mejores que yo al usar mi humillación como prueba de mi pecado; pero es Dios quien me hizo daño cuando me atrapó en la red»
«El hará conmigo lo que tiene pensado; él controla mi destino»
«Añoro los días del pasado, cuando Dios me cuidaba, cuando iluminaba el camino delante de mí y yo caminaba seguro en la oscuridad»
Dios le responde a Job. Fue un encuentro que lo llevó a la restauración total. Perdonó a sus amigos y oró por ellos, antes de ser restaurado. Pero ahora Job conocía más de cerca a Dios. En todo ese sufrimiento que le tocó padecer, Job decidió buscar más de Dios en vez de alejarse.