«Aliméntate de su fidelidad» (Salmo 37:3 Versión inglesa)
Una vez encontré a una pobre anciana que ganaba su precaria vida, realizando diariamente un trabajo penoso, pero que era una cristiana alegre y triunfante.
«¡Ah! Nancy,» le dijo una anciana melancólica un cierto día, «está bien el estar contenta ahora; pero creo que los pensamientos del futuro debieran hacerte sollozar.»
«Solamente, supón por ejemplo que te pusieses enferma y no pudieses trabajar; o supón que las personas que te tienen empleada se marchasen y ninguna otra te diese trabajo; o supón_» «Cállate, «Yo nunca supongo. El Señor es mi Pastor, y sé que nada me faltará. Y mira,» continuó diciendo a su melancólica amiga, «todas esas suposiciones son las que están haciendo que no puedas hacer nada. Lo mejor que puedes hacer, es, abandonar todas esas suposiciones y confiar en el Señor.»
Hay un texto que puede con todas las «suposiciones» de la vida de un creyente si se recibe y aplica con una fe infantil. Dicho texto se encuentra en Hebreos 13:5,6: «Estad contentos de lo presente; porque El dijo, no te desampararé, ni te dejaré. De tal manera que digamos confiadamente: El Señor es mi ayudador; no temeré lo que me hará el hombre».» H.W.S.
El águila que se remonta por el aire más elevado, no se preocupa cómo cruzar los ríos._Seleccionado.
Del libro: Manantiales en el desierto. Tomo I