¡Ay de la ciudad rebelde, contaminada y opresora!
No escuchó la voz, ni recibió corrección;
no confió en Jehová, no se acercó a su Dios.
Sus príncipes en medio de ella son leones rugientes;
sus jueces, lobos nocturnos que no dejan hueso para la mañana.
Sus profetas son livianos, hombres prevaricadores;
sus sacerdotes contaminan el santuario, falsearon la ley.
Jehová en medio de ella es justo, no hará iniquidad;
de mañana sacará a luz su juicio, nunca faltará;
pero el perverso no conoce la vergüenza.
Hice destruir naciones; sus habitaciones están asoladas;
hice desiertas sus calles, hasta no quedar quien pase;
sus ciudades están asoladas hasta no quedar hombre,
hasta no quedar habitante.
Dije: Ciertamente me temerá; recibirá corrección,
y no será destruida su morada según todo aquello
por lo cual la castigué.
Mas ellos se apresuraron a corromper todos sus hechos.
Por tanto, esperadme, dice Jehová, hasta el día que
me levante para juzgarlos; porque mi determinación
es reunir las naciones, juntar los reinos, para derramar
sobre ellos mi enojo, todo el ardor de mi ira; por el fuego
de mi celo será consumida toda la tierra.
En aquel tiempo devolveré yo a los pueblos
pureza de labios, para que todos invoquen
el nombre de Jehová, para que le sirvan
de común consentimiento,
De la región más allá de los río de Etiopía me suplicarán;
la hija de mis esparcidos traerá mi ofrenda.
En aquel día no serás avergonzada por ninguna de tus obras
con que te rebelaste contra mí; porque entonces quitaré
de en medio de ti a los que se alegran en tu soberbia,
y nunca más te ensoberbecerás en mi santo monte.
Y dejaré en medio de ti un pueblo humilde y pobre,
el cual confiará en el nombre de Jehová.
El remanente de Israel no hará injusticia ni dirá mentira,
ni en boca de ellos se hallará lengua engañosa;
porque ellos serán apacentados, y dormirán,
y no habrá quien los atemorice.
Canta, oh hija de Sión; da voces de júbilo, oh Israel;
gózate y regocíjate de todo corazón, hija de Jerusalén.
Jehová ha apartado tus juicios, ha echado fuera tus enemigos;
Jehová es Rey de Israel en medio de ti; nunca más verás el mal.
En aquel tiempo se dirá a Jerusalén:
No temas; Sión, no se debiliten tus manos.
Jehová está en medio de ti, poderoso, él salvará;
se gozará sobre ti con alegría, callará de amor,
se regocijará sobre ti con cánticos.
Reuniré a los fastidiados por causa del largo tiempo;
tuyos fueron, para quienes el oprobio de ella era una carga.
He aquí, en aquel tiempo yo apremiaré a todos tus opresores;
y salvaré a la que cojea, y recogeré a la descarriada;
y os pondré por alabanza y por renombre en toda la tierra.
En aquel tiempo yo os traeré, en aquel tiempo os reuniré yo;
pues os pondré para renombre y para alabanza entre todos
los pueblos de la tierra, cuando levante vuestro cautiverio
delante de vuestros ojos, dice Jehová.
(Sofonías 3:1-20 RV60)
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